domingo, 23 de agosto de 2009
sábado, 22 de agosto de 2009
martes, 11 de agosto de 2009
ORACION DE SAN ALFONSO MARIA DE LIGORIO
Inmaculada Virgen María , Madre Santisima. A Vos, que sois la Madre de mi Señor, la Reina del mundo, la abogada, la esperanza y el refugio de los pecadores, recurro en este día yo, que soy el mas miserable de todos. Os adoro,! oh gran reina ! y os agradezco todas las gracias que hasta ahora me habéis hecho, especialmente la de haberme librado del infierno, que tantas veces me he merecido. Os amo, Señora amabilisima, y por el amor que os tengo, os prometo serviros siempre y hacer todo lo posible para que de los demás seáis también amada. Yo os confío todas mis esperanzas y mi eterna salvación. !Oh madre de misericordia! aceptadme por vuestro siervo y acogedme bajo vuestro manto. Y ya que sois tan poderosa para con Dios , libradme de todas las tentaciones, o alcanzadme fuerzas para vencerlas hasta la muerte. Os pido el verdadero amor a Jesucristo; de Vos espero la gracia de una buena muerte. ! Oh Madre mía! , por el amor que tenéis a Dios, os ruego que siempre me ayudéis, pero mucho más en el último momento de mi vida. No me desamparéis mientras no me veáis salvo en el cielo, bendiciéndoos y cantando vuestras misericordias por toda la eternida. Amén, Así lo espero. Así sea.
MILAGRO DE VIDA

En el año 2007, decidimos con mi esposo traerle un hermano a nuestro hijo, con la bendición de Dios quede embarazada, pero desafortunadamente fue un embarazo de alto riesgo. El Doctor me dijo que todo el embarazo debía guardar mucho reposo, cosa que hice, pero al séptimo mes en unos examenes de rutina me diagnosticaron, Toxoplasmosis, enfermedad letal para mi bebé, el resultado fue comprobado y el Doctor me dijo que me debía aplicar una droga que impediría un daño severo para mi bebé, aunque no me garantizaba que el bebé naciera sin ningún problema en el sistema nervioso o motor, sin embargo tendrían que hacerme otros estudios para verficar que no hubería más complicaciones.
Fue doloroso imaginar a mi bebé enfermo por algo que se nos salía de las manos, daño que sería causado por la infección que adquirí de un gato. Fueron pasando los días y comencé a orarle a la Virgen con mucho fervor le hice muchos Rosarios y novenas a los Santos. Se llegó el día de mi control prenatal, todo iba normal , el doctor leyó los examenes que me habían tomado un mes antes y salierón negativos mi bebé nacería sin ninguna compliación no había rastro de Toxoplasmosis. Para nosotros fue un verdadero milagro, Dios y la Virgencita con toda su corte de Santos cuidarón mi bebé, pues desde el momento en que quede embarazada la vida de mi bebé corría peligro.
Aunque la vida nos resulte dura y difícil de recorrer siempre habrá una esperanza al final del camino.
Fue doloroso imaginar a mi bebé enfermo por algo que se nos salía de las manos, daño que sería causado por la infección que adquirí de un gato. Fueron pasando los días y comencé a orarle a la Virgen con mucho fervor le hice muchos Rosarios y novenas a los Santos. Se llegó el día de mi control prenatal, todo iba normal , el doctor leyó los examenes que me habían tomado un mes antes y salierón negativos mi bebé nacería sin ninguna compliación no había rastro de Toxoplasmosis. Para nosotros fue un verdadero milagro, Dios y la Virgencita con toda su corte de Santos cuidarón mi bebé, pues desde el momento en que quede embarazada la vida de mi bebé corría peligro.
Aunque la vida nos resulte dura y difícil de recorrer siempre habrá una esperanza al final del camino.
APARICIÓN DE LA MORENITA
Al otro día , intente despegar los teteros, empeze con el tetero rojo y este despego facíl, al tomar el azul me di cuenta que se había formado una figura tan perfecta que lo despegue y lo guarde, espere a que llegará mi esposo del trabajo y se lo enseñe, al preguntarle que observaba en el pedazo de plastico quemado el me dijo lo que yo habia pensando, es la imagen de la Virgen , en ese momento me acorde que ocho días antes me había llegado una imagen de la Virgen de Guadalupe que era muy parecida a la imagen que se veía en el plastico azul, juzguen ustedes.
De esto han pasado ya casi cuatro meses, y la pequeña imagen se ha notando más con el pasar de los días, se le hizo un pequeño altar;
Para nosotros que somos católicos es una bendición, pues ella ha traído unión, reflexión, conversión, y aunque sin estar ella, rezabamos en familia en pocas ocaciones , ahora lo hacemos con más frecuencia y hacemos todo lo posible de ir más seguido a misa.
Nuestros familiares también han cambiado muchas cosas no solamente en su forma de pensar, sino en su forma de actuar, realmente ha sido una bendición, al estar junto a ella se respira felicidad y mucha paz, es realmente Bella.
Nosotros como matrimonio creemos que el mensaje que ella nos trae es el de restaurar los Valores Fundamentales en el seno de las familias, la unión y el respeto que se han perdido por causas externas y lo más grave aún, el desamor y la imcomprensión que es el pan de cada día en nuestras familias y a eso se le debe a puntar la recarga laboral donde marido y mujer luchan para conseguir una vida digna para sus hijos, olvidando que ellos necesitan más que lujos mucho AMOR y DIALOGO, la mejor excusa es que estamos cansados y no sacamos un minuto para ELLOS, dejando a un lado a Dios ese Dios que nos enseño a ORAR en familia,debemos darle Gracias todos los días a él por todas las cosas buenas y maravillosas que tenemos y por que no también de las malas que suceden en nuestras vidas pues ellas son pruebas que él nos impone, para renovar nuestra verdadera Fé, esa que solo la tenemos cuando ya no hay otro recurso.
Dios en su infinita misericordia y sabiduria nos juzga por igual, sin importar si somos más o menos pecadores; lo que él realmente valora es nuestro arrepentimiento y conversión de corazón en algún momento de nuestras vidas, esas que eran mundanas y frivolas. Debemos orar con fervor no importa la cantidad sino la calidad de nuestra oración pensando en lo que estamos haciendo y diciendo
http://www.virgendeguadalupe.org.mx/
lunes, 10 de agosto de 2009
NOVENA
en honor de
NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE
Patrona de las Americas
Ver: Virgen de Guadalupe
Comience el 3 diciembre para terminar en la fiesta.
Puesto de rodillas delante de María Santísima, hecha la Señal de la Cruz, se dice el siguiente:
Acto de Contrición
"Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador y Redentor mío, por ser vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido. Propongo enmendarme y confesarme a su tiempo y ofrezco cuanto hiciere en satisfacción de mis pecados, y confío por vuestra bondad y misericordia infinita, que me perdonaréis y me daréis gracia para nunca más pecar. Así lo espero por intercesión de mi Madre, nuestra Señora la Virgen de Guadalupe. Amén. "
Hágase la petición: …
Récese cuatro Salves en memoria de las cuatro apariciones y luego se reza la oración de cada día.
Primer Día
"¡Oh Santísima Señora de Guadalupe! Esa corona con que ciñes tus sagradas sienes publica que eres Reina del Universo. Lo eres, Señora, pues como Hija, como Madre y como Esposa del Altísimo tienes absoluto poder y justísimo derecho sobre todas las criaturas.
Siendo esto así, yo también soy tuyo; también pertenezco a ti por mil títulos; pero no me contento con ser tuyo por tan alta jurisdicción que tienes sobre todos; quiero ser tuyo por otro título más, esto es, por elección de mi voluntad.
Ved que, aquí postrado delante del trono de tu Majestad, te elijo por mi Reina y mi Señora, y con este motivo quiero doblar el señorío y dominio que tienes sobre mí; quiero depender de ti y quiero que los designios que tiene de mí la Providencia divina, pasen por tus manos. Dispón de mí como te agrade; los sucesos y lances de mi vida quiero que todos corran por tu cuenta. Confío en tu benignidad, que todos se enderezarán al bien de mi alma y honra y gloria de aquel Señor que tanto complace al mundo. Amén.
Un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.
Segundo Día
¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! ¡Qué bien se conoce que eres Abogada nuestra en el tribunal de Dios, pues esas hermosísimas manos que jamás dejan de beneficiarnos las juntas ante el pecho en ademán de quien suplica y ruega, dándonos con esto a ver que desde el trono de gloria como Reina de los Ángeles y hombres haces también oficio de abogada, rogando y procurando a favor nuestro.
¿Con qué afectos de reconocimiento y gratitud podré pagar tanta fineza? Siendo que no hay en todo mi corazón suficiente caudal para pagarlo.
A ti recurro para que me enriquezcas con los dones preciosos de una caridad ardiente y fervorosa, de una humildad profunda y de una obediencia pronta al Señor.
Esfuerza tus súplicas, multiplica tus ruegos, y no ceses de pedir al Todopoderoso me haga suyo y me conceda ir a darte las gracias por el feliz éxito de tu intermediación en la gloria. Amén.
Un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.
Tercer Día
¡Oh Santísima Virgen María de Guadalupe! ¡Qué puedo creer al verte cercada de los rayos del sol, sino que estás íntimamente unida al Sol de la Divinidad, que no hay en tu casa ninguna cosa que no sea luz, que no sea gracia y que no sea santidad!
¡Qué puedo creer sino que estás anegada en el piélago de las divinas perfecciones y atributos, y que Dios te tiene siempre en su Corazón! Sea para bien, Señora, tan alta felicidad.
Yo, entre tanto, arrebatado del gozo que ello me causa, me presento delante del trono de tu soberanía, suplicándote te dignes enviar uno de tus ardientes rayos hacia mi corazón: ilumina con su luz mi entendimiento; enciende con su luz mi voluntad; haz que acabe yo de persuadirme de que vivo engañado todo el tiempo que no empleo en amarte ti y en amar a mi Dios: haz que acabe de persuadirme que me engaño miserablemente cuando amo alguna cosa que no sea mi Dios y cuando no te amo a Ti por Dios. Amén.
Un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.
Cuarto Día
¡Oh Santísima María de Guadalupe! Si un ángel del cielo tiene por honra tan grande suya estar a tus pies y que en prueba de su gozo abre los brazos y extiende las alas para formar con ellas repisa a tu Majestad, ¿qué deberé yo hacer para manifestar mi veneración a tu persona, no ya la cabeza, ni los brazos, sino mi corazón y mi alma para santificándola con tus divinas plantas se haga trono digno de tu soberanía?
Dígnate, Señora, de admitir este obsequio; no lo desprecies por indigno a tu soberanía, pues el mérito que le falta por mi miseria y pobreza lo recompenso con la buena voluntad y deseo
Entra a registrar mi corazón y verás que no lo mueven otras alas sino las del deseo de ser tuyo y el temor de ofender a tu Hijo divinísimo. Forma trono de mi corazón, y ya no se envilecerá dándole entrada a la culpa y haciéndose esclavo del demonio. Haz que no vivan en él sino Jesús y María. Amén.
Un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.
Quinto Día
¿Qué correspondía a quien es un cielo por su hermosura, sino uno lleno de estrellas? ¿Con qué podía adornarse una belleza toda celestial, sino con los brillos de unas virtudes tan lúcidas y tan resplandecientes como las tuyas?
Bendita mil veces la mano de aquel Dios que supo unir en ti hermosura tan peregrina con pureza tan realzada, y gala tan brillante y rica con humildad tan apacible. Yo quedo, Señora, absorto de hermosura tan amable, y quisiera que mis ojos se fijaran siempre en ti para que mi corazón no se dejara arrastrar en otro afecto que no sea el amor tuyo.
No podré lograr este deseo si esos resplandecientes astros con que estás adornada no infunden una ardiente y fervorosa caridad, para que ame de todo corazón y con todas mis fuerzas a mi Dios, y después de mi Dios a Ti, como objeto digno de que lo amemos todos. Amén.
Un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.
Sexto Día
¡Oh Santísima Virgen María de Guadalupe! ¡Qué bien dice a tu soberanía ese tapete que la luna forma a tus sagradas plantas! Hollaste con invicta planta las vanidades del mundo, y quedando superior a todo lo creado jamás padeciste el menguante de la más ligera imperfección: antes de tu primer instante estuviste llena de gracia.
Miserable de mí, Señora, que no sabiéndome mantener en los propósitos que hago, no tengo estabilidad en la virtud y sólo soy constante en mis viciosas costumbres.
Duélete de mí, Madre amorosa y tierna; ya que soy como la luna en mi inconstancia, sea como la luna que está a tus pies, esto es, firme siempre en tu devoción y amor, para no padecer los menguantes de la culpa. Haz que esté yo siempre a tus plantas por el amor y la devoción, y ya no temeré los menguantes del pecado sino que procuraré darme de lleno a mis obligaciones, detestando de corazón todo lo que es ofensa de mi Dios. Amén.
Un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.
Séptimo Día
¡Oh Santísima Virgen María de Guadalupe! Nada, nada veo en este hermosísimo retrato que no me lleve a conocer las perfecciones de que te dotó el Señor a tu alma inocentísima. Ese lienzo grosero y despreciable; ese pobre pero feliz ayate en que se ve estampada tu singular belleza, dan claro a conocer la profundísima humildad que le sirvió de cabeza y fundamento a tu asombrosa santidad.
No te desdeñaste de tomar la pobre tilma de Juan Diego, para que en ella estampase tu rostro, que es encanto de los ángeles, maravilla de los hombres y admiración de todo el universo. Pues, ¿cómo no he de esperar yo de tu benignidad, que la miseria y pobreza de mi alma no sean embarazo para que estampes en ella tu imagen graciosísima?
Yo te ofrezco las telas de mi corazón. Tómalo, Señora, en tus manos y no lo dejes jamás, pues mi deseo es que no se emplee en otra cosa que en amarte y amar a Dios. Amén.
Un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.
Octavo Día
¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! ¡Qué misteriosa y qué acertada estuvo la mano del Artífice Supremo, bordando tu vestido con esa orla de oro finísimo que le sirve de guarnición! Aludió sin duda a aquel finísimo oro de la caridad y del amor de Dios con que fueron enriquecidas tus acciones. Y ¿quién duda, Señora, que esa tu encendida caridad y amor de Dios estuvo siempre acompañada del amor al prójimo y que no, por verte triunfante en la patria celestial, te has olvidado de nosotros?
Abre el seno de tus piedades a quien es tan miserable; dale la mano a quien caído te invoca para levantarse; tráete la gloria de haber encontrado en mí una misericordia proporcionada, más que todas, a tu compasión y misericordia. Amén.
Un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.
Noveno Día
¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! ¿Qué cosa habrá imposible para ti, cuando multiplicando los prodigios, ni la tosquedad ni la grosería del ayate le sirven de embarazo para formar tan primoroso tu retrato, ni la voracidad del tiempo en más de cuatro siglos ha sido capaz de destrozarle ni borrarle?
¡Qué motivo tan fuerte es este para alentar mi confianza y suplicarte que abriendo el seno de tus piedades, acordándote del amplio poder que te dio la Divina Omnipotencia del Señor, para favorecer a los mortales, te dignes estampar en mi alma la imagen del Altísimo que han borrado mis culpas!
No embarco a tu piedad la grosería de mis perversas costumbres, dígnate sólo mirarme, y ya con esto alentaré mis esperanzas; porque yo no puedo creer que si me miras no se conmuevan tus entrañas sobre el miserable de mí. Mi única esperanza, después de Jesús, eres tú, Sagrada Virgen María. Amén.
Un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)